miércoles, 28 de enero de 2009

El callejón de los milagros

Introducción
Nuestro propósito en este trabajo es comentar un pequeño fragmento de una muy gran obra literaria. Nos referimos al capítulo V de El callejón de los Milagros (Zaqāq al- Midaqq) del egipcio Naguib Mahfuz laureado con el premio Nobel de Literatura en 1988.

La obra referida anteriormente hace parte de un grupo de novelas conocidas como pertenecientes a la pentalogía Realista: Jan Aljalili (Jān al –Jalīlī ) de 1945, El Cairo nuevo (al-Qāhira al- yadīda ) de 1946, El callejón de los milagros (Zuqāq al-Midaqq) de 1947, El espejismo (as-Sarāb) de 1949 y Principio y fin (Bidāya wa nihāya) de 1950.

Naguib Mahfuz empezó a destacarse a partir de concursos literarios y es actualmente el autor más destacado del mundo árabe contemporáneo. Además de su estilo acertado tiene un mérito adicional; el de haber sido uno de los “padres” de la novela árabe moderna[1]. Mahfuz empezó a escribir con temática histórica, donde hacia crítica a la situación social y política. Posteriormente, en una segunda etapa a partir de 1945, situó sus novelas de corte Realista en el Egipto contemporáneo, más precisamente en el Cairo antiguo. A partir de 1961 opta por novelas más cortas, más dialogadas y centradas en un protagonista entre otras tantas innovaciones.

El callejón de los milagros pertenece a las obras de Naguib Mahfuz ambientadas en los años de la colonización inglesa durante la segunda guerra mundial. Este contexto histórico se refleja en la vida de los habitantes del callejón de los milagros, calle de nombre homónimo a la novela.

El callejón de los milagros
La vida de los personajes del callejón nos es presentada en forma de un mosaico, donde cada vida está relacionada de manera más o menos directa con las otras del callejón. Este mosaico logra formar un microcosmos del Cairo viejo empobrecido y sin expectativas. La calle se transforma así en la verdadera protagonista.
El paso del Egipto tradicional a lo moderno a través de los conflictos individuales (Hamida y Husain son los mejores ejemplos) y la relación de estos personajes con otros puntos de vista sobre la vida. El Egipto tradicional y sus miserias están bien caracterizados a través de la imposibilidad de progreso de la vida en el callejón. En esta zona castiza, pobre llegan los ecos de otro Cairo fascinante donde imperan las costumbres europeas.

El Egipto de las posibilidades económicas está asociado por un lado, con las avenidas anchas y el lujo, por otro lado, con el trabajo al lado de los soldados ingleses en el caso de Abbas y Husein o de la prostitución femenina en el caso de Hamida (para divertir a los soldados). Estos ejemplos sirven para denunciar la falta de perspectivas socio-económicas de la juventud del callejón.
Mahfuz crea una atmósfera con precisión y objetividad describiendo el entorno de los personajes. La miseria, la suciedad y la cursilería típicas de un país atrasado son retractadas con enorme crudeza.

Cada personaje es retractado con gran riqueza de detalles, sobretodo psicológicos, a través de sus actitudes o de un narrador omnisciente nos vamos adentrando en este callejón que parece ser de las miserias y no de los milagros. La sensación que nos produce la obra es de claustrofobia por observar como se van frustrando los sueños y esperanzas de los personajes.

Las acciones de los personajes están relatadas con objetividad, Mahfuz describe los hechos con detalles sin juzgarlos.

La trama de El callejón de los milagros es lineal y alternada a la vez, es decir, la acción se centra por turnos en un personaje, o en un ambiente (por ejemplo el bar de Kirsha), o en diferentes aspectos que forman la personalidad de un personaje. El autor nos da las diferentes perspectivas sobre la vida, la moral, el amor, el dinero, el sexo entre otras cosas a través de los personajes que forman el microcosmos del callejón.

Análisis del capítulo V

El capítulo cinco nos habla del personaje de Hamida ya presentada antes como la hija de Umm Hamida. A continuación comentaremos los aspectos que nos parecen más interesantes.
1º- Uno de los elementos que destacaríamos, en parte influenciados por la lectura de la obra en la íntegra, es el límite de conocimiento del mundo para Hamida en la plaza Reina Farida. Cuando Hamida cruce está frontera ya no tendrá retorno ni a su casa, ni a su inocencia. La codicia y la lujuria junto a su enorme ignorancia le harán cruzar la plaza.
2º- El contrastes de la vida tradicional de Egipto en la época, en este capítulo muy visible en las vestimentas de Hamida y en su mentalidad pobre en comparación con las chicas del taller de Darasa. Esas chicas antes miserables como Hamida, durante la guerra, deciden trabajar y empiezan un proceso de europeización por influencia de la presencia inglesa en territorio egipcio pero, también por copiar a las mujeres judías.
3º- La importancia que Hamida da al dinero y al aspecto material nos hace presentir que carece de valores espirituales y también de una educación anclada en valores éticos y morales. La envidia y la codicia exageradas son frutos de un vacío interior del personaje.
4º- Hamida sufre un enorme complejo de inferioridad frente a las chicas del taller por el hecho económico a la vez que se cree superior en belleza. No acepta su condición, pero tampoco puede cambiarla desde su educación tradicional sólo el matrimonio puede cambiar su suerte (desde la perspectiva de su madre y en parte de la suya).
5º- El conflicto entre judíos y árabes en Palestina también hace eco en la obra de manera muy sutil cuando la madre maldice a Hamida por que ésta quería ser como una judía.
6º- La presencia del narrador omnisciente a través de la pregunta retórica “¿se había conmovido su corazón duro e ingrato?” le hace juzgar de manera directa al personaje.
7º- El “coqueteo” de Hamida con Abbas con la intención de no perderlo como pretendiente en caso de encontrar otro mejor nos muestra la frialdad del personaje.
8º- El amor casi platónico de Abbas por Hamida, pues él no sabe realmente como ella es en realidad, está enamorado de su belleza.
9º- “T-R-A-G-E-D-Y” es la última palabra de este fragmento y funciona como un presagio que Darwish hace de manera distraída a Abbas. No nos hace intuir nada bueno y se leemos la obra hasta el final nos sorprenderemos del alcance de la desgracia que le trae a Abbas el enamorarse de Hamida.
10º- La utilización del discurso indirecto (narrador omnisciente) predomina pues el autor nos narra acciones y conversaciones que pertenecen a un tiempo pasado: “Hamida le reprobó: _ Un buen vecino tiene obligación de proteger a la vecina, no de acosarla.


Conclusiones

Después de destacar los elementos que más nos llamaron la atención concluimos que este capítulo puede actuar con autonomía, es decir como un pequeño cuento con el final abierto posiblemente imaginado de múltiples maneras, pero siempre terminando de modo trágico. Las palabras de Darwish son como una profecía.
Casi todos los capítulos de la obra poseen un cierto grado de independencia a la vez que establecen vínculos con los demás. Eso es, pueden funcionar como unidades de sentido pleno que se enriquecen y forman todos juntos la estructura de la obra y su protagonista, o sea, el callejón de los milagros. Así se construye un mosaico de las vidas del callejón y por ende del Egipto tradicional.
También destacaríamos que este es uno de los capítulos más amenos del libro, pues cuando el autor se refiere al personaje Zaita la obra adquiere un aspecto espeluznante, así como los capítulos finales de la obra que son claustrofóbicos, sobretodo cuando Hamida se va dejando seducir por el gigoló.


Bibliografía

ENAMORADO, Mª Dolores L. (1998) Análisis de la temporalidad en la Trilogía de Naguib Mahfuz. Sevilla. Alfar.
MAHFUZ, Naguib (1988) El callejón de los milagros. Barcelona. Alcor.
VILLEGAS, Marcelino (1991) La narrativa de Naguib Mahfuz ensayo de síntesis. Alicante. ed. Universidad de Alicante.







[1] Utilizaremos la palabra ” moderna” en contraposición a clásica

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